¡Hola a todxs! He estado un poco desaparecida (sorry), pero he vuelto con muchas ganas de darle vidilla a este blog tan lleno de polvo y telarañas.
Vamos al lío. Hoy vengo a hablar del movimiento body positivity o body positive y sobre marcas que lo promueven (Dove te sabrá a poco cuando leas sus casos, lo prometo).
Si aún no conoces el origen de este concepto, no te preocupes, te lo cuento: todo empezó con el movimiento Fat Underground que iniciaron un grupo de mujeres feministas con sobrepeso de California en los 70, y que conllevó a la creación de la National Association to Advance Fat Acceptance (NAAFA).
No obstante, el movimiento body positive que conocemos hoy en día no cobró fuerza hasta principios de los 2000, y parte de la repercusión que aún está teniendo se la debemos a las redes sociales. Lo que empezó con campañas como la de “Belleza Real” de Dove (2004-2007) y declaraciones de artistas como Lady Gaga, Demi Lovato, e influencers plus-sized en contra del bodyshaming y la gordofobia, a día de hoy se ha convertido en el discurso de muchas famosas, influencers y marcas.
La comunicadora y activista Antonia Larraín, define el body positive moderno como un “movimiento principalmente digital que busca aceptación, normalización y visibilización de todos los tipos de cuerpos.”
¿Y qué marcas siguen el body positivity?
Pues la lista no es corta. Algunas lo hacen realmente bien porque forma parte de su razón de ser y otras, desde mi punto de vista, son un poco oportunistas.
Es aquí donde entra el kit de la cuestión: ¿qué es lo que hace que una marca sea oportunista?, ¿realmente es malo serlo?
Para mí, el oportunismo tiene que ver con hacer una acción puntual de comunicación, en este caso a favor del body positivity, con la única finalidad de vender más.
Añadirse al carro de las marcas que promueven un movimiento o tendencia nunca será malo si se hace con un fin ético o social (más allá del postureo) que vaya alineado con el propósito de la marca y que se comunique por igual en todos los medios de forma continuada.
También creo que es fundamental que cuando hablen de amor propio, aceptación e imagen corporal sean conscientes de sus privilegios y procuren no marginar a otras comunidades.
ADIDAS
La marca ha arriesgado en la comunicación de su nueva colección de sujetadores deportivos que, con el respaldo de investigaciones científicas, proporcionan mayor comodidad, ajuste y soporte. Celebran los cuerpos en toda su gloria y, de la mano de la agencia creativa TBWA, han querido mostrar orgullosos lo diferentes que son.
Para ello, se han empleado las siguientes redes sociales: Instagram, donde han publicado un post con una serie de fotografías de pechos de distintas formas y tamaños, pero cuyos pezones han sido cubiertos en postproducción fotográfica, y Twitter con una versión no censurada.
¡Solo puedo decir (BRA)-VO! Esperemos que incluyan modelos de distintas tallas en toda su comunicación de ahora en adelante.
CALVIN KLEIN
Se añadió al movimiento body positive en 2019 con la campaña en redes sociales “I Speak My Truth in #MyCalvins” en la que participó la rapera Chika Oranika y otras celebrities como A$AP Rocky, Billie Eilish, Kendall Jenner, el actor Noah Centineo…
Su comunicación estos últimos años se ha vuelto mucho más inclusiva y busca visibilizar todo tipo de cuerpos, géneros e identidades sexuales. Es el claro ejemplo de marca que se ha dado cuenta de que la sociedad avanza y que no se puede seguir con el modelo de campañas de los 80 – 90. Definitivamente nunca es tarde para el cambio si se hace así de bien.
GLOSSIER
Esta marca de cosmética es una de las pioneras del body positive. Promueven la belleza inspirada en la vida real poniendo en primer lugar el cuidado de la piel y en segundo lugar el maquillaje. Para ellos “la belleza es diversión y libertad, se trata de estar bien contigo mismo hoy”.
Desde luego hacen un gran trabajo por comunicar este mismo mensaje en todas sus plataformas de comunicación: redes sociales, YouTube, su web, y mediante sus campañas.
Por último, dejando a un lado a las marcas, quería compartiros el caso de Izzie Rodgers, una influencer que difunde y apoya el Acne Positivity, el cual también forma parte del movimiento body positive. Considero que el papel de las influencers es fundamental en este movimiento, a veces incluso más que el de las marcas, e Izzie inspira, motiva y empodera como nadie a todas las mujeres que sufren acné porque empatiza con ellas y las hace sentir acompañadas.
En definitiva, hay marcas y marcas, pero las que más recordamos son aquellas que están bien definidas y tienen un propósito claro que es consecuente con el movimiento que promueven. Ahí está la clave. Y de no ser así, seremos los primeros en detectar el oportunismo, sobre todo los de la Gen Z, que no nos cuelan ni una.
Y vosotros, ¿conocéis más marcas body positive? ¿Creéis que todo es oportunismo?